Wilber Medina Valer
DOI: 10.59427/rcli/2024/v24cs.41-49
La ciencia y la tecnología se desarrollan aceleradamente, consecuentemente las sociedades del mundo se adaptan a los cambios permanentes, a las necesidades que surgen y a los retos que demanda la propia globalización. Es en esta circunstancia en que se requiere de personas competentes, capaces de desenvolverse pertinentemente, la globalización reta a los países y sus políticas educativas, buscar un prototipo de estudiante, con características que demuestren su competitividad y capacidad de resolver situaciones problemáticas de manera acertada. La gestión del conocimiento es considerada como un conjunto de actividades y procesos que favorecen el intercambio de información, así como el proceso de adquirir mayor conocimiento, estas actividades se proponen con el propósito de mejorar el resultado de los aprendizajes. Durante nuestra vida, la acumulación de experiencias y aprendizajes nos permiten construir una base de conocimiento que compartido con el potencial de facilitar la ejecución del trabajo logrará acelerar la innovación. Desde esta investigación pretendemos fundamentar el impacto que genera la gestión del conocimiento en el aprendizaje significativo en los estudiantes, pues es importante promover en los niños y niñas la gestión del aprendizaje autónomo, aunque para ello debamos generar condiciones básicas de indagación, innovación, creatividad, análisis e interpretación, entre otras capacidades que permitan al estudiante desarrollar sus potencialidades y generar un andamiaje durante su vida. La gestión del conocimiento permite organizar actividades, procesos y experiencias de aprendizaje a partir de la interacción entre docentes y estudiantes, estudiantes y estudiantes o entre docentes.
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